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Cuidarte y recibir sin culpa, la habilidad que sostiene a las mujeres que lideran

Me he dado cuenta en estos años que liderar no siempre significa dirigir una empresa.

También es liderar un hogar, una familia, un proceso, una nueva etapa de vida...


Y muchas mujeres que lideran algo , lo que en ese momento sea, han aprendido a hacerlo solas.

A sostener, resolver, cuidar, decidir, mantener el equilibrio.

A no molestar.

A no pedir.


Con el tiempo, esa autosuficiencia muchas veces, se convierte en un escudo, pero también un peso.


Porque llega un momento en que la vida ofrece ayuda, cariño o apoyo…

y aparece el miedo:

“no quiero ser carga”


Sin embargo, hay algo que pocas veces se dice:


Nuestro cuerpo aprende antes que la mente.


Cuando te permites una hora para ti

cuando dejas que te cuiden,

cuando alguien te atiende,

cuando recibes y no das…


Dicen los expertos que tu sistema nervioso empieza a registrar una verdad nueva:


no soy una carga.

también merezco sostén.


Eso es lo que hace el autocuidado consciente.


No es sólo estética.

No es sólo bienestar.

Es práctica emocional.

Es un entrenamiento silencioso para reaprender a recibir sin culpa.


Y desde ahí, la mujer que lidera empieza a liderarse diferente:

con más claridad, más presencia, y menos exigencia.


Porque pedir apoyo no debilita el liderazgo, lo humaniza.



LEGADO Estética, cuidarte es parte del Legado que dejas. Nos encanta tenerte.


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