Por qué la grasa del abdomen persiste (aunque hagas todo "bien")
- Legado Estetica , Susana

- 19 nov
- 4 Min. de lectura

1. ¿Por qué puede acumularse ahí?
Diversos estudios respaldan las causas de por qué la grasa del abdomen es tan persistente y se acumula con tanta facilidad. Por ejemplo, investigaciones publicadas en De Clínicas Endocrinológicas y Metabólicas muestran cómo el cortisol elevado se asocia directamente con el aumento de grasa abdominal en mujeres.
Además, estudios del NIH señalan la influencia genética en la predisposición a almacenar grasa en esta zona.
Recogemos datos sobre la acumulación de grasa en el abdomen y nos dicen que pueden deberse a varios factores combinados:
Hormonas: Los cambios hormonales, especialmente el cortisol elevado por estrés, favorecen el almacenamiento en la zona central.
Genética: Algunas mujeres tienen una predisposición natural a acumular grasa visceral o subcutánea en el abdomen.
Metabolismo lento: Con la edad, el metabolismo disminuye y el cuerpo prioriza zonas como abdomen y cintura para almacenar energía.
Inflamación o retención: Problemas digestivos, inflamación o retención pueden hacer que la zona luzca más "voluminosa".
Pérdida de masa muscular: Si no se trabaja fuerza, la falta de tono disminuye el gasto energético basal.
Ya sabemos cuales son algunos de los motivos, podemos decir ¿ tiene remedio , podemos frenar su aumento incluso reducir el problema, o eliminarlo cuando nos cuidamos? .
2. Estadísticas: ¿Cuántas mujeres viven esto y cómo afecta su vida diaria?
Según datos recopilados por la North American Menopause Society, entre el 60% y el 80% de las mujeres reportan cambios en la distribución de grasa —especialmente en el abdomen— a partir de los 30 años. Estudios de la International Journal of Obesity también destacan que esta grasa tiende a volverse más resistente debido a cambios hormonales y metabólicos.
Parece que los datos empiezan a dar sentido a eso que parece , " imaginaciones nuestras" ¿verdad?

3. Consecuencias: ¿Qué pasa si no actuamos?
Aquí es donde la parte emocional y real entra en juego: no es solo una cuestión estética.
La grasa abdominal persistente puede evolucionar:
Riesgo creciente de grasa visceral: Estudios del Harvard Health señalan que la grasa profunda incrementa riesgos metabólicos con el paso del tiempo.
Pérdida de tono y mayor flacidez: Cuando pasan los años sin tratarlo ayudarlo, el tejido pierde colágeno y elastina, haciendo que después sea más difícil recuperar firmeza.
Efecto "bola de nieve" emocional: Más del 50% de mujeres que no ven resultados terminan abandonando rutinas saludables por frustración.
Sensación diaria de incomodidad: Muchas describen que cada año su abdomen "pesa más", molesta con la ropa y generando incluso complejos.
Si no se interviene a tiempo, el problema no solo se mantiene: tiende a acentuarse, haciendo que el proceso de reducción sea más lento y requiera más fases
.
Según datos recopilados:
Se estima que entre el 60% y 80% de las mujeres adultas reportan dificultad para reducir grasa localizada en abdomen.
Es especialmente frecuente entre los 30 y 65 años por cambios hormonales, estrés laboral/familiar y menor tiempo disponible para rutinas de entrenamiento.
Consecuencias habituales en el día a día:
Sensación de hinchazón o incomodidad con la ropa.
Percepción de que "no ven resultados" pese a cuidar hábitos.
Frustración, disminución de autoestima y abandono de rutinas saludables.
Está claro que hay muchos factores y que pese a esfuerzos, no logramos ver los resultados que queremos, ahora sabemos que existe una dificultad real, que nos rendimos por que no sabemos si seguimos el camino adecuado, si hay que seguir haciendo lo mismo o cambiar algo. Los miedos, los fracasos anteriores, el tiempo en estados indeseados, el desconocimiento, la falta de ver algún resultado duradero..... nos llevan al abandono...
Escuche a alguien decir: " la falta de éxito es por no haber seguido intentándolo"
3. Cómo la tecnología estética está ayudando a miles de mujeres

La estética avanzada se ha convertido en una herramienta clave para mujeres que, pese a entrenar y cuidar su alimentación, no logran reducir el perímetro abdominal. Hoy contamos con tecnologías capaces de actuar donde el ejercicio y la dieta o el entrenamiento habitual no llegan.
Ultrasonido focalizado (HIFU), lipólisis ultrasónica y ondas de cavitación: Estudios clínicos demuestran que puede reducir entre un 2% y 4% de espesor graso por sesión al actuar directamente sobre los adipocitos.
Mesoterapia virtual con concentrados reafirmantes: No solo mejora la firmeza, sino que aumenta la microcirculación y metabolismo local, facilitando que el cuerpo elimine grasa más rápido.
Ondas electromagnéticas : Pueden generar hasta 20.000 contracciones musculares en una sesión, fortaleciendo el core y aumentando el gasto energético basal.
4. ¿Por dónde empezar cuando queremos tratar el abdomen?
El primer paso no es "quemar grasa", sino diagnosticar qué tipo de abdomen tiene cada mujer.
Identificar si es grasa, retención o inflamación: A veces el volumen no es grasa sino líquido o distensión. Un diagnóstico profesional evita invertir tiempo y dinero en lo que no corresponde.
Evaluar tejido y tono muscular: Si hay debilidad del core profundo, primero se recomienda tecnología muscular (como ondas electromagnéticas) para mejorar el soporte y activar la zona.
Quemar grasa mientras trabajamos el tejido, si es necesario: La reducción debe ser gradual para que el tejido se adapte sin ceder. En muchos casos podemos comenzar directamente con tecnologías lipolíticas (cavitación, ultrasonido o HIFU) mientras acompañamos con estímulos que mejoren la calidad del tejido. Y cuando es necesario, intercalamos sesiones reafirmantes (radiofrecuencia o tensado) para asegurar que la piel responda y no pierda firmeza durante el proceso.
5. Tratamientos para dar un empujón express

Cavitación y ultrasonido: Ideales para comenzar a romper grasa localizada resistente.
Tratamientos galvánicos: Mejoran la penetración de activos, estimulan la microcirculación y ayudan a tensar el tejido desde las primeras sesiones.
Mesoterapia virtual con activos reafirmantes: Permite introducir principios como silicio orgánico, DMAE o colágeno directamente en la zona, mejorando firmeza, elasticidad y calidad del tejido sin agujas.
Combinación express : Protocolos de 30–45 minutos donde se alternan lipólisis y técnicas reafirmantes para resultados visibles y seguros en menos tiempo.
Tu transformación empieza con un paso sencillo: una sesión de diagnóstico gratuita en Legado Estética. Te ayudaremos a elegir el tratamiento más eficaz para tu abdomen.


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